Para los Socialistas y Demócratas está muy claro que la revisión del Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE) no es suficiente. El texto actualizado se queda corto en cuanto a las ambiciones climáticas de nuestro Grupo y los objetivos climáticos internacionales, y seguirá comprometiendo la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica.

Amparándose en el TCE, las empresas pueden intentar reclamar indemnizaciones a los gobiernos que frustran sus inversiones. Lo hacen a través de la denominada resolución de litigios entre inversores y Estados (ISDS, por sus siglas en inglés), un mecanismo de arbitraje privado. Esto ha permitido que las empresas contaminantes desafíen la acción por el clima en tribunales secretos, lo que provoca un peligroso efecto paralizante en las políticas climáticas.

Lamentablemente, el Tratado modernizado deja las inversiones en combustibles fósiles protegidas durante al menos otra década, y no supone una modificación sustancial del controvertido mecanismo ISDS. Por ello, varios Estados miembros han decidido recientemente salirse del Tratado, y un número cada vez mayor lo está valorando.

Hoy, el Grupo S&D ha lamentado las deficiencias en la modernización del Tratado, a pesar de los esfuerzos de negociación de la Comisión Europea, y ha destacado la necesidad de preparar una salida coordinada de la UE de dicho Tratado.

Inmaculada Rodríguez-Piñero, portavoz del Grupo S&D en materia de comercio, declaró:

“Llevamos sosteniendo mucho tiempo que el Tratado sobre la Carta de la Energía constituye un obstáculo para la acción contra el cambio climático, lo que socava nuestros esfuerzos para deshacernos de los combustibles fósiles. Por tanto, hemos venido reclamando su revisión. Aunque el texto actualizado aporta algunas mejoras, sigue sin estar a la altura de nuestras demandas. Sigue sin ser compatible con los objetivos del Acuerdo de París. Por ejemplo, el plazo para poner fin a la protección de los combustibles fósiles es todavía demasiado largo si queremos limitar el calentamiento global a 1,5°C. Asimismo, la esencia del antiguo modelo de protección de las inversiones (ISDS) se mantiene intacta y plantea nuevos riesgos, con lo que aumenta el riesgo de costosos procesos de arbitraje.

“Es por ello que necesitamos iniciar el proceso hacia una salida coordinada de la UE del Tratado sobre la Carta de la Energía. Esta es la mejor opción si queremos que la Unión se mantenga fiel a sus ambiciones climáticas y cierre la puerta al peligroso sistema de arbitraje privado de una vez por todas”.

Eurodiputados que participan
Coordinadora
España
Contacto(s) de prensa del Grupo S&D