Después de una misión de investigación de dos días de la comisión PEST (comisión especial sobre el procedimiento de autorización de la Unión para los plaguicidas) en la sede de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) en Parma, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D pueden valorar, sin ningún género de dudas, que a la AESA le falta personal y está mal financiada. Ello podría afectar a la capacidad y la eficiencia de los controles sobre posibles sustancias nocivas para la salud humana, la cadena alimentaria y el medio ambiente.

El presidente de la comisión PEST, el eurodiputado del Grupo S&D Eric Andrieu, comentó:

“La seguridad alimentaria pública, la transparencia y su independencia de los intereses privados, ¿son esas prioridades esenciales un deber de la Unión Europea? ¡Definitivamente sí!

“¿Tiene la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria personal y recursos suficientes para lograr esos objetivos claves? ¡Definitivamente no!

“En la situación actual, la AESA sencillamente no puede realizar sus propias evaluaciones sobre las posibles amenazas para la salud humana que pueden crear potencialmente sustancias tóxicas, cancerígenas y nocivas que afectan a los animales y el medio ambiente.

“Sin duda, recibimos con agrado la propuesta de la Comisión Europea de aumentar el presupuesto actual de la AESA en más de 60 millones de euros anuales. Sin embargo, ese dinero adicional se destina a nuevas tareas, mientras que la AESA necesita más fondos para llevar a cabo sus actividades básicas.

“Esta propuesta, que los Estados miembros deben apoyar totalmente, podría ayudar a la AESA a depender menos de los expertos de los Estados miembros e incluso de investigadores privados y de evaluaciones de riesgo. No puede existir ninguna duda en este sentido: debe eliminarse cualquier posible conflicto de intereses o falta de transparencia”.

La eurodiputada S&D Simona Bonafè, que es miembro de la comisión PEST, añadió:

“¡Los derechos de salud e intereses públicos de los ciudadanos y las ciudadanas son lo más importante siempre! Sin embargo, es un precio, un coste, que han pagado normalmente la Unión Europea y todos los Estados miembros. Al final, se trata de un asunto de voluntad política y de prioridades. ¿Queremos estar a la altura de las expectativas de los ciudadanos europeos que quieren disponer de un sistema de control que sea más eficiente y reforzado para el conjunto de la cadena alimentaria?

“La AESA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, debe, por lo tanto, reforzarse drásticamente en términos de personal, fondos y capacidades de evaluación y valoración.

“No hay ningún otro camino a seguir. No podemos señalar a la Unión Europea, mientras que los Estados miembros no invierten apropiadamente en controles de seguridad alimentaria”.