Un año después del escándalo de LuxLeaks (las filtraciones de Luxemburgo), el Parlamento Europeo ha aprobado un informe, que marca un hito, dirigido a cambiar la situación actual, acabando con las técnicas inaceptables de evasión fiscal por parte de las multinacionales y garantizando un sistema fiscal más justo en Europa.

Con la aprobación de este informe, los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo quieren seguir trabajando en este ámbito, en el marco de una comisión TAXE II que tenga un mandato ampliado, con la finalidad de concluir el trabajo iniciado por la primera comisión especial TAXE (comisión Especial sobre Resoluciones Fiscales y Otras Medidas de Naturaleza o Efectos Similares) y supervisar la implementación de su larga lista de recomendaciones.

El portavoz del Grupo S&D en la comisión especial TAXE, Peter Simon, dijo:

“Nuestro trabajo me ha demostrado que aquí no estamos hablando de incidentes aislados, sino de un dumping fiscal sistemático que está organizado por el Estado, o que, al menos, lo tolera. Este círculo vicioso tiene que romperse con más transparencia, control y sanciones. Hablamos en nombre de todos los contribuyentes honestos cuando dejamos claro que un comportamiento así ya no puede tolerarse.

“Todos los contribuyentes, incluyendo las pequeñas y medianas empresas, tienen que cargar con los efectos negativos de la evasión fiscal de las empresas multinacionales. Por lo tanto, debe establecerse un marco jurídico exhaustivo en Europa sobre una fiscalidad de las empresas que sea justa.

“En el informe de la comisión especial, sugerimos y dejamos claro lo que esperamos de los Estados miembros y de la Comisión Europea, concretamente, un paquete exhaustivo contra la planificación fiscal agresiva. Debe ser nuestro objetivo conseguir que las empresas paguen impuestos en los países donde obtienen los beneficios”.

La eurodiputada del Grupo S&D y co-autora del informe de la comisión TAXE, Elisa Ferreira, dijo:

“Desde hace muchos años, las grandes multinacionales han podido reducir su factura fiscal con acuerdos de trato preferencial negociados en diferentes Estados miembros. Como resultado, las PYMES (pequeñas y medianas empresas) y el ciudadano común han costeado, casi exclusivamente, los impuestos que apoyan nuestros servicios de salud, nuestra educación y nuestras infraestructuras. Esta situación se ha vuelto políticamente insostenible, particularmente, en momentos en los que realizan duros recortes presupuestarios del gasto en bienestar social.

“Hoy, el Parlamento Europeo les ha dado a los gobiernos de la Unión Europea y a la Comisión Europea una hoja de ruta clara para luchar contra la planificación fiscal agresiva por parte de las multinacionales y para cambiar la situación actual, que es inaceptable.

“El informe contiene muchas propuestas progresistas. Incluyen (entre otras muchas medidas): una petición a los gobiernos de la Unión Europea para que adopten nuevas normas para forzar a las empresas multinacionales a informar sobre los beneficios que obtienen y los impuestos que pagan, país por país; un base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades (BICIS); una lista negra europea de paraísos fiscales, con sanciones para que los que tratan con ellos; protección de los denunciantes; y un sistema de incompatibilidades para los asesores en asuntos fiscales. También les pedimos a los Estados miembros que aumenten la transparencia sobre las resoluciones fiscales que negocian las administraciones fiscales nacionales con las multinacionales, que estaban en el centro del escándalo LuxLeaks, y que faciliten sanciones en el caso de incumplimiento.

“El trabajo no ha terminado. No pudimos acceder a cierta información. Al crear una nueva comisión, esperamos concluir nuestro trabajo y mantener la presión para que estas recomendaciones se traduzcan en acciones concretas”.