“La Comisión debe escuchar las preocupaciones que han planteado el Parlamento Europeo y el Grupo S&D sobre el sistema de arreglo de diferencias entre inversores y Estado (ISDS, por sus siglas en inglés) incluido en el Acuerdo Económico y Comercial Global (AECG) entre la UE y Canadá.

“El Parlamento, que es la consciencia democrática de la política comercial de la Unión Europea, tendrá que decidir si ratifica el AECG o no.

“De rubricarse en la cumbre entre la UE y Canadá de finales de septiembre, el acuerdo AECG sería un acuerdo positivo y traería oportunidades de crecimiento y empleo a ambos lados del Atlántico. Abarca varias áreas: de bienes agrícolas e industriales a derechos de la propiedad intelectual, licitación pública y desarrollo sostenible.

“Sin embargo, algunos estados miembros de la UE, concretamente Alemania, han planteado preocupaciones serias en relación con la polémica cláusula ISDS del acuerdo que permite que las empresas multinacionales presenten casos de arbitraje internacional contra los gobiernos. El Grupo S&D siempre se ha opuesto a la inclusión de este mecanismo y empezamos a manifestarlo en misivas que fueron remitidas al comisario de Comercio de la UE, De Gucht, ya en el año 2012. Una resolución adoptada por el Parlamento Europeo en el 2011 sobre las relaciones comerciales entre la UE y Canadá también afirma que el Parlamento prefiere los sistemas tradicionales de solución de controversias entre Estados y el uso de instrumentos jurídicos locales para tratar los litigios de inversión.

“Cuando se ha aplicado, el mecanismo ISDS ha demostrado dar mucho poder a las corporaciones en nombre de los beneficios. Es hora de que la UE siga el ejemplo de Australia y retire el ISDS del AECG y de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI).

"El AECG ya se ha demorado demasiado. Un acuerdo comercial entre la UE y Canadá tiene el potencial de crear grandes beneficios económicos y no debe ponerse en peligro en nombre de una cláusula innecesaria de inversión”.