Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han recibido hoy con agrado las propuestas de la Comisión Europea para reformar la eurozona y le han pedido a los Estados miembros que actúen sin demora.
En una contribución, el Grupo S&D establece prioridades clave de reforma en base a una dimensión social fuerte, un presupuesto apropiado, una estrategia de inversión que sea ambiciosa y sostenible, y la conclusión de la unión bancaria y de mercados capitales. Esas reformas deben apoyarse con un papel más fuerte del Parlamento Europeo y de los parlamentos nacionales, y que el vicepresidente de la Comisión Europea sea nombrado ministro de Finanzas.
El vicepresidente del Grupo S&D responsable del modelo económico y social, el eurodiputado Udo Bullmann, afirmó:
“La Comisión Europea ha hecho un buen trabajo analizando las debilidades de la Unión Económica y Monetaria y ha sacado conclusiones convincentes sobre las que debe actuarse. Hemos recibido con agrado que la Comisión Europea haya comprendido cómo las desigualdades y la divergencia social están destrozando el euro. Dejar a un lado esas preocupaciones sociales y enfocarse en los aspectos fiscales y monetarios llevaría a que la reforma del euro fuera un fracaso desde el principio. Nos satisface que la Comisión Europea haya evitado cometer ese error y esté proponiendo un enfoque viable y equilibrado para reformar la eurozona.
“Años de ciega austeridad han creado desilusión y falta de confianza. Para recuperar la confianza de nuestros ciudadanos y nuestras ciudadanas debemos ir hacia una Unión Económica y Monetaria (UEM) que sea más fuerte y más resiliente. La eurozona tiene que ser mucho más efectiva de cara a lograr el objetivo de pleno empleo de calidad en cualquier lugar de la Unión Europea.
“También nos hace falta un cambio de espíritu. En los últimos años se ha percibido a Europa como el ogro que pone malas notas a niños que se portan mal. Para combatir esa percepción, el euro debe cumplir su promesa de mejorar la vida de la gente impulsando el crecimiento sostenible y la convergencia social ascendente. Hoy, la Comisión Europea ha presentado propuestas que tienen la capacidad de responder a las expectativas de los ciudadanos.
“Ahora depende de los Estados miembros responder a esta llamada. Les pedimos que asuman la responsabilidad y que concluyan la UEM (Unión Económica y Monetaria) con las capacidades de política social, fiscal y presupuestaria que hagan falta.
“No hay margen para la complacencia en un momento en que el populismo está creciendo a ambos lados del Atlántico”.
La portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Grupo S&D, la eurodiputada Pervenche Berès, añadió:
“Estamos satisfechos de que la Comisión Europea apoye la petición del Parlamento Europeo a favor de un presupuesto para la zona euro. Es una de las reformas claves que nos hacen falta para estabilizar la eurozona a largo plazo. Sin embargo, la zona euro debe enmendarse ahora y no se puede posponer su reforma hasta después de 2019.
“Necesitamos capacidad fiscal para aumentar los incentivos de la convergencia sin castigo entre miembros de la zona euro y para contrarrestar los impactos simétricos y asimétricos. No bastará una transformación del Mecanismo Europeo de Estabilidad en un Fondo Monetario Europeo.
“Cualquier nuevo avance hacia la profundización de la UEM debe ir de la mano de controles democráticos más firmes. Con esta finalidad, debe reforzarse el papel del Parlamento Europeo y de los parlamentos nacionales.
“Igual que la Comisión Europea, creemos también que las posiciones del presidente del Eurogrupo y el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios deben unirse, siguiendo el modelo de la alta representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
“Esa persona debe ser democráticamente responsable y debe estar encargada de la capacidad fiscal. Es el camino a seguir”.
Las prioridades clave del Grupo S&D para la reforma de la UEM incluyen:
- Un nuevo marco político que incluya un conjunto revisado de normas que gobiernen los desequilibrios macro-económicos, así como macro-sociales, y supervisión presupuestaria para cumplir los múltiples retos de lograr empleo de plena calidad, cohesión económica y social, una fiscalidad equitativa y eficiente y solvencia fiscal, así como sostenibilidad medioambiental.
- Un Código de Convergencia que se adopte en base al procedimiento legislativo ordinario durante un periodo de cinco años y que guíe a la zona euro hacia más convergencia económica, social y medioambiental, y garantice una Europa más sostenible y cohesiva.
- Una nueva agenda de reformas orientadas al futuro, en las que las dimensiones sociales, medioambientales y económicas de desarrollo sostenible se traten de manera indivisible e igual.
- Una estrategia de inversión que sea global, sostenible y ambiciosa, que combine los recursos e instrumentos nuevos con los actuales.
- Una capacidad fiscal que apoye la convergencia ascendente y contrarreste los impactos económicos simétricos y asimétricos.
- La conclusión de la Unión Bancaria, incluyendo el apoyo a la limpieza acelerada del balance de los bancos con la finalidad de mejorar las perspectivas de crecimiento, un sistema europeo de garantía de depósitos que sea creíble y apoyo fiscal común para el Fondo Único de Resolución.
- Reforzar la apropiación democrática, la legitimidad, la responsabilidad y el control, basados en el método comunitario, tanto con un papel significativamente reforzado del Parlamento Europeo a nivel europeo como en los parlamentos nacionales a nivel estatal.
- Un proceso mejorado del Semestre Europeo, incluyendo la formalización de la política fiscal global de la zona euro como un instrumento clave para la formulación política y la implementación en toda la UEM.
- Una Base Imponible Consolidada Común del Impuesto sobre Sociedades que garantice que los beneficios se tributan donde se crea el valor económico, y establecer un sistema de impuesto de sociedades más justo en Europa.
