La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo ha votado hoy una nueva normativa para regular los criptoactivos (MiCA, los mercados de criptoactivos). Los Socialistas y Demócratas han impulsado una respuesta reguladora que proteja a los consumidores y las consumidoras y que luche contra el blanqueo de dinero, pero que a la vez garantice que los criptoactivos transitan por una vía que sea más sostenible. La minería del bitcoin consume por sí sola más energía que países del tamaño de Austria o Portugal. Los conservadores y los liberales, con el apoyo del grupo de extrema derecha ID (Identidad y Democracia), han rechazado la propuesta del Grupo S&D y los Verdes de darle a la Comisión Europea el mandato de adoptar un acto delegado que defina normas mínimas de sostenibilidad medioambiental para los mecanismos de consenso que se utilizan para validar las transacciones de criptoactivos. Los Socialistas y Demócratas se abstuvieron en la votación final.

Eero Heinäluoma, eurodiputado y negociador del Grupo S&D para el informe, dijo:

“Los Socialistas y los Demócratas se han abstenido en el informe Berger sobre la regulación de los criptoactivos. Estas nuevas normas establecerán el marco de las finanzas digitales durante muchos años. Nuestro Grupo apoya plenamente la innovación digital en el sector financiero y acogemos con satisfacción los avances realizados en puntos clave durante las negociaciones. De hecho, creemos que es importante que el marco regulador proteja a los ciudadanos y las ciudadanas de a pie, que establezca normas estrictas para evitar el blanqueo de dinero y que otorgue un poder de veto al BCE (Banco Central Europeo) para bloquear las autorizaciones, si la estabilidad financiera estuviera en peligro.  

“Al mismo tiempo, nuestro Grupo está realmente decepcionado por la falta de ambición en el ámbito de la sostenibilidad. Los principios que establece el informe a este respecto son muy débiles y niegan completamente la realidad. En efecto, las criptomonedas consumen tanta energía como todos los coches eléctricos del planeta juntos. La huella de carbono de una sola transacción de bitcoin equivale a un vuelo transatlántico de ida y vuelta de Londres a Nueva York. Esto es 1,5 millones de veces la energía que consume una transacción con VISA. Si no reducimos esta enorme huella de carbono situando a las criptomonedas en una senda que sea más sostenible, nuestros esfuerzos para luchar contra la crisis climática e impulsar nuestra independencia energética corren el riesgo de ser en vano.

“Lamento que la Comisión Europea no haya abordado esta enorme huella de carbono en su propuesta original. Durante las negociaciones, conseguimos convencer al ponente conservador de que hacen falta normas medioambientales mínimas, y apoyó un acuerdo amplio y ambicioso en febrero. Lamentablemente, el ponente conservador parece haber cedido ante los grupos de presión y la industria, dando un giro completo en 48 horas y tirando a la basura un acuerdo que él mismo había aceptado y calificado de muy bueno. El texto alternativo que ha impulsado hoy –con el apoyo de la extrema derecha– es una mera fachada que no da respuesta a las catastróficas consecuencias del creciente apetito energético de esta industria en expansión.

“Apoyar este modelo totalmente insostenible es realmente un mal mensaje político de los conservadores en un momento en el cual los precios de la energía que asumen los ciudadanos y las ciudadanas de a pie y las empresas están por las nubes y cuando la Unión Europea está intentando reducir nuestra dependencia del gas ruso en los próximos meses al más alto nivel. Nuestro Grupo está convencido de que debemos abordar la enorme huella de carbono que deja esta industria. No se trata de prohibir una nueva tecnología, como algunos pretenden, sino de garantizar que la industria esté preparada para el futuro, fijando unas normas mínimas de sostenibilidad. Por ello, el Grupo S&D se ha abstenido en el texto final”.

Jonás Fernández, portavoz Asuntos Económicos y Monetarios del Grupo S&D, dijo:

“Nos hacen falta nuevas normas para las criptomonedas con objeto de proteger mejor a los consumidores y las consumidoras, establecer normas medioambientales mínimas y acabar con el blanqueo de dinero. Hoy más que nunca, Europa no puede permitirse desperdiciar ninguna unidad de energía ni ayudar a los oligarcas adinerados a ocultar su dinero. Nos decepciona profundamente que los conservadores no hayan estado a la altura de las circunstancias y no hayan dotado a esta industria de un marco apto para el futuro”.  

Nota para el redactor:

La Comisión Europea propuso el Reglamento MiCA en 2020 para introducir una mejor protección de los consumidores y las consumidoras, después de que Facebook anunciara sus planes de introducir su propia moneda virtual, llamada Diem.

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