En momentos de gran incertidumbre económica, cuando muchas familias tienen dificultades
para hacer frente al precio de los alimentos y la energía, gravar los beneficios
excepcionalmente altos de las empresas energéticas es una cuestión de justicia social
básica. La Unión Europea debe gravar adecuadamente esos beneficios astronómicos, que se
estiman en 200.000 millones de euros en 2022, tal y como ha instado el Grupo S&D cuando
el Parlamento Europeo debatía ayer el asunto de gravar los beneficios inesperados de las
empresas energéticas.

Los ingresos públicos adicionales que se generen con la introducción de este impuesto
temporal podrían utilizarse para crear un instrumento financiero para la transición
energética siguiendo el modelo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, así como para
apoyar a los europeos y las europeas que se han visto más afectados por la subida
vertiginosa de los precios de los alimentos y la energía. En este sentido, también apoyamos
que se limiten los precios de la energía.

Los Socialistas y Demócratas, junto a otras fuerzas progresistas, presionaron fuertemente en
el Parlamento Europeo para que la Cámara les pidiera a los Estados miembros la
introducción de impuestos sobre dichos beneficios inesperados ya en el mes de mayo, a lo
largo de las negociaciones sobre la Resolución del Parlamento Europeo sobre las
consecuencias sociales y económicas de la guerra rusa contra Ucrania para la Unión
Europea.

Jonás Fernández, portavoz del Grupo S&D para Asuntos Económicos y Monetarios, dijo:

“Mientras los precios de la energía se disparan y los hogares, especialmente los de menores
ingresos, tienen dificultades para hacer frente a sus facturas, los beneficios de las empresas
energéticas han aumentado masivamente. En este contexto, es urgente establecer una tasa
temporal que permita gravar dichos beneficios inesperados, tal y como recomienda la
Comunicación RepowerEU de la Comisión Europea, y siguiendo las medidas ya adoptadas
por algunos Estados miembros como Italia, Rumanía y, próximamente, España.
“Este impuesto de nueva creación proporcionaría a los gobiernos recursos adicionales para
hacer frente a los efectos sociales de las crisis energética y económica, especialmente
apoyando a los hogares más afectados”.

Dan Nica, portavoz del Grupo S&D en materia de Industria, Investigación y Energía, dijo:

“La única forma de salir de cualquier crisis es la solidaridad. Se ha demostrado en la historia
mundial y europea, y la crisis actual no es una excepción. Los tiempos del capitalismo de
casino han terminado, y ya nadie cree en el mantra de “la mano invisible del mercado” que
ha llevado al planeta a donde estamos ahora.

“Las empresas energéticas deben tener su cuota de responsabilidad social, no solamente
con bonitas campañas, sino mediante una contribución financiera concreta en forma de                  impuesto. Ello ayudaría a los gobiernos nacionales con el dinero que les hace falta para
destinarlo a herramientas que mitiguen el impacto de las consecuencias sociales y
económicas sobre nuestros ciudadanos y ciudadanas, especialmente entre los miembros
más vulnerables de nuestra sociedad.

“La Unión Europea necesita un mercado energético que funcione bien y donde no haya
comportamientos especulativos. Eso significa que la Comisión Europea debe garantizar que
no haya actores energéticos dominantes en el mercado, lo cual evitaría a nuestras
ciudadanas y ciudadanos muchos de los problemas a los que se enfrentan, especialmente el
pago de las altas facturas de la electricidad que reciben actualmente”.

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