La comisión de Economía del Parlamento Europeo ha votado esta tarde a favor del informe Tinagli sobre “la fiscalidad digital y las continuas reformas en el marco del G20 y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) (BEPS 2.0)*, que es un elemento importante de un sistema fiscal justo”.
Irene Tinagli, eurodiputada del Grupo S&D y autora del informe, afirmó:
“Hoy hemos enviado un mensaje contundente a favor de una reforma fiscal global desde el Parlamento Europeo. Si ha de tener éxito, esta reforma debe garantizar que todas las grandes empresas paguen su parte justa de impuestos donde se cree el valor y donde tengan su actividad económica. Con normas que son fáciles de implementar, queremos limitar la competencia fiscal, garantizar el nivel de igualdad de condiciones entre las empresas y también garantizar que las empresas multinacionales digitales están incluidas, que tienen una participación e involucración activa con clientes y usuarios. En el debate internacional, la Unión Europea y los Estados miembros deben hablar con una sola voz. Nuestros ciudadanos y ciudadanas piden justicia social y su petición no puede esperar más tiempo”.
Jonás Fernández, eurodiputado del Grupo S&D y portavoz de Asuntos Económicos, afirmó:
“El 18 % es el tipo impositivo mínimo efectivo que nosotros, los Socialistas y Demócratas, queremos que se haga realidad. Un tipo impositivo mínimo efectivo es clave para acabar con la competencia fiscal nociva entre países, que permite que las grandes multinacionales se salgan con la suya, sin pagar prácticamente impuestos, y privando a las arcas públicas de ingresos que hacen muchísima falta. Es hora llevar la legislación fiscal a la era digital”.
Nota para los redactores:
*Las negociaciones internacionales para abordar los retos fiscales que surgen de la digitalización de la economía o “BEPS 2.0” (erosión de la base imponible y traslado de beneficios, por sus siglas en inglés) se lanzaron a finales de enero de 2019 en el Marco Inclusivo (más de 130 países cooperan en relación con el impuesto de sociedades), con el apoyo de la OCDE. El G20 también tendrá que apoyar este trabajo a finales de 2020, que aspira a encontrar un enfoque unificado para reubicar los derechos fiscales y redefinir la presencia fiscal (nuevo nexo) en un primer Pilar. Un segundo Pilar pretende definir un nivel mínimo de fiscalidad efectiva mediante un impuesto global contra la erosión de la base imponible.
