El plenario del Parlamento Europeo ha apoyado hoy un informe ambicioso elaborado por la eurodiputada del Grupo S&D Miriam Dalli que pide una reducción del 40% de las emisiones de CO2 de los vehículos y las furgonetas antes de 2030. El objetivo del informe es garantizar que Europa liderará la transición mundial hacia vehículos de bajo y cero carbono, en lugar de importar nuevas tecnologías.  

A pesar de la oposición inicial de la Derecha y de la fuerte presión de los fabricantes tradicionales de automóviles, Miriam Dalli consiguió crear una mayoría parlamentaria para invalidar los objetivos pocos ambiciosos que introdujo inicialmente la Comisión Europea.

Miriam Dalli afirmó:

“Algunos ven un intercambio entre empleos y medio ambiente. Los considero complementarios: si no nos aseguramos de que Europa puede producir coches limpios en un plazo de tiempo razonable, no solo incumpliremos nuestros objetivos de Cambio Climático de París, sino que la industria europea del automóvil se quedará atrás en el mercado internacional y se perderán empleos.

“Mi Grupo estaba dispuesto a votar por un objetivo de reducción del 45%, pero aceptamos el 40% para crear una fuerte mayoría parlamentaria. Habría sido poco razonable aceptar menos. Incluso la Evaluación de Impacto de la Comisión Europea afirma que un objetivo del 40% creará 69.000 empleos, si todavía tenemos que importar baterías, y 92.000 empleos si las mismas se fabrican en la Unión Europea. Los consumidores y las consumidoras serán los que más se beneficien durante la vida de sus vehículos.

“Sin embargo, se estima que pueden perderse cerca de 12.000 empleos en el sector automovilístico en toda la Unión Europea con el objetivo de CO2 del 40%, en un periodo de 12 años –hasta 2030–, debido a que ya no harán falta suministradores de partes específicas. También hemos incluido un fondo de transición justa para aquellos trabajadores y trabajadoras y aquellas regiones que se vean afectadas, algo que la Comisión Europea ni siquiera propuso”.

La vicepresidenta del Grupo S&D, Kathleen Van Brempt, afirmó:

“Es un resultado muy bueno para empezar a negociar con el Consejo. Es, al mismo tiempo, ambicioso y realista. También es alentador que cada vez más Estados miembros apoyen una reducción de las emisiones del 40%.

“Por otra parte, Merkel, que una vez fue conocida como la canciller del clima, está esforzándose para salvar el motor de combustión alemán, argumentando que la electrificación de la flota europea llevaría a pérdidas de empleo. Lo que realmente logrará es crear empleos en China. Porque ese es el verdadero debate: ¿se construirá el coche eléctrico del futuro en Europa o en China?”

Una vez que el Consejo adopte su posición, la próxima semana, empezarán las negociaciones con el Parlamento Europeo.

Eurodiputados que participan
Jefa de delegación
Miembro
Bélgica