Hoy, destacados miembros del Grupo de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo han expresado su apoyo a la huelga de pilotos contra las condiciones laborales inquietantes que ofrece la empresa filial de Norwegians, Norwegian Air Norway (NAN).

El conflicto básico de Norwegian tiene que ver con la seguridad laboral. Los pilotos quieren que su empleo y su acuerdo colectivo se vinculen a Norwegian Air Shuttle,  la empresa matriz del grupo que cotiza en el mercado de valores. Todas las demás clases de acuerdos y contratos implican que Norwegian puede elegir libremente entre las distintas agencias de empleo que existen para los pilotos. Lo cual significa, a su vez, que Norwegian puede reubicar pilotos o reemplazarlos por otros para reducir los niveles de las condiciones laborales de NAN.

A corto plazo, llevaría por supuesto al deterioro de las condiciones laborales y, a largo plazo, a una situación insostenible donde los pilotos y otro personal de vuelo podrían acabar de jornaleros. 

Jutta Steinruck, portavoz de Asuntos Sociales y Empleo del Grupo S&D, afirmó:

“Apoyamos plenamente a los pilotos y a la tripulación de cabina de Norwegian que han estado luchando por sus derechos en los últimos días. Amenazar a los huelguistas con el despido es un ataque general contra el derecho de huelga de los trabajadores.

“La competencia desleal no es una ley natural; hay decisiones políticas que podrían impedir la situación.

“Debemos luchar contra el dumping social en el sector de la aviación civil a nivel europeo. Tenemos muchas posibilidades de hacerlo, pero debemos usarlas”.

Marita Ulvskog, presidenta del Grupo S&D de la comisión de Empleo y Asuntos Sociales, añadió:

“Como un principio de negocio, debe haber un domicilio social en el mismo Estado miembro para evitar banderas de conveniencia. No debemos permitir que empresas como Norwegian Air International se vuelvan el modelo estándar de negocio, obligando a las aerolíneas serias a aplicar las mismas medidas para ser competitivas.

“Un estudio reciente ha demostrado que el empleo precario y los falsos trabajadores autónomos se han vuelto la norma. De los 650 pilotos de Ryanair encuestados, 416 no eran empleados directos, sino que habían sido contratados a través de agencias, a menudo como trabajadores autónomos. No podemos continuar así. No solo los pilotos se quedan fuera de los sistemas de seguridad social, sino que también se favorece que el empleador se deshaga, por ejemplo, por no encajar, de alguien que proteste por la seguridad de las condiciones laborales.

“Nos hace falta un conjunto de estándares mínimos comunes en relación con el entorno laboral y el tiempo de trabajo para evitar que se compita con las condiciones laborales en Europa y a nivel mundial”.