El fondo de pensiones voluntario para diputados y diputadas al Parlamento Europeo entre 1989 y 2009 es un viejo problema que requiere una solución urgente, ya que entraña un grave riesgo para el dinero de los contribuyentes. Sin posibilidad de nuevas afiliaciones desde 2009, el fondo se agotará en 2025 si no se hace nada al respecto. No hacer nada simplemente no es una opción. Por tanto, el Grupo S&D respaldó la decisión adoptada ayer por la Mesa del Parlamento Europeo de introducir un paquete de medidas enérgicas destinadas a prolongar la sostenibilidad financiera del fondo sin tener que recurrir al dinero de los contribuyentes.

Algunas de estas medidas, basadas en decisiones anteriores del TJUE y conformes con el principio de proporcionalidad, son:

  • Reducir las pensiones en un 50% para todos los beneficiarios/as;
  • Congelar el importe de las pensiones;
  • Aumentar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

Asimismo, el Grupo S&D apoyó la posibilidad de que todos los beneficiarios y beneficiarias se retiren de este plan de pensiones tras un pago único final que se sufragará con los activos restantes del fondo.

Por último, el Grupo S&D también ha apoyado medidas encaminadas a garantizar un nivel mínimo de subsistencia a los actuales y futuros beneficiarios/as, especialmente a las personas vulnerables, como los huérfanos y supervivientes.

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