El mercado de la electricidad de Europa se ha transformado muchísimo en la última década. Desde los antiguos monopolios que controlaban toda la cadena –de la producción al consumidor final–, estamos ahora en un entorno en el que las nuevas tecnologías, la energía renovable y la auto producción han sacudido tanto a la industria como los precios que pagan los consumidores.

Sin embargo, esta nueva realidad requiere nuevas normas para garantizar una transición sin problemas hacia un modelo energético que sea sostenible, y la asequibilidad y la transparencia de los precios.

Por eso, los miembros del Grupo S&D en la comisión de Industria, Energía e Investigación del Parlamento Europeo han apoyado dos informes dirigidos a reformar el diseño del mercado eléctrico.  

 

La portavoz del Grupo S&D para estos informes, la eurodiputada Martina Werner, afirmó:

“Para nuestro grupo político, es crucial garantizar una transición justa hacia un sistema energético descarbonizado. Queremos evitar impactos sociales negativos, especialmente en las regiones que dependen mucho del carbón, y los trabajadores de este sector no deben quedarse atrás.

“Por una parte, los sectores que se están quedando obsoletos ­–como el carbón– deben dejar de recibir subsidios y, en cambio, recibir financiación para ajustarse a la economía de bajo carbono: tanto las empresas como los trabajadores y las trabajadoras.

“Por otra parte, ningún consumidor o familia debe sufrir pobreza energética. Por eso, queremos garantizar la posibilidad de que los Estados miembros regulen los precios en ciertas circunstancias y, al menos, durante los próximos 10 años. Se debe limitar a consumidores y consumidoras vulnerables y a aquellos que sufran pobreza energética, y no dirigirse a impedir la entrada de nuevos participantes en el mercado, influyendo negativamente en los mercados al por mayor o resultando en costes adicionales para quienes participan en el mercado de una forma discriminatoria”.

 

El portavoz de Energía del Grupo S&D, el eurodiputado Dan Nica, afirmó:

“Hemos presionado con éxito por la reducción de las pérdidas de los operadores del sistema de transmisión y distribución, estableciendo un conjunto de criterios que deben cumplirse. Reducir la pérdida energética reducirá los precios que pagan los consumidores y las consumidoras.

“También queremos que los Estados miembros definan un conjunto de criterios con el objetivo de medir la pobreza energética en base a indicadores como los bajos ingresos, un gasto energético alto y una mala eficiencia energética.*

“Los Estados miembros deben crear entonces planes nacionales de acción para reducir el número de hogares que tienen dificultades para pagar sus facturas energéticas, incluyendo tanto objetivos a corto y largo plazo como un marco para lograr esos objetivos.

“Las medidas incluirían facilitar beneficios en los sistemas de seguridad social, apoyar las mejoras de la eficiencia energética y la prohibición de desconectar la electricidad en momentos críticos”.

 

*Nota para los redactores:

Todo ello se afirmó en el Manifiesto de Lucha contra la Pobreza Energética del Grupo S&D

Eurodiputados que participan
Jefe de delegación
Coordinador
Rumanía