Después de la decisión del Gobierno italiano de no cambiar sus objetivos presupuestarios, y pese a la posibilidad de que haya sanciones de la Unión Europea, la vicepresidenta del Grupo S&D, Mercedes Bresso, afirmó:
“El Gobierno italiano ha decidido situarse en una posición de choque frontal con la Comisión Europea, confirmando los objetivos presupuestarios que la Comisión cuestiona. Es una decisión irresponsable, que claramente viola la normativa europea, que pone en riesgo, no solo la estabilidad económica de Italia, sino también los ahorros de muchos ciudadanos y ciudadanas italianos. Un pulso estéril y peligroso que debilita a todos los que están intentando mejorar el marco fiscal de la Unión Europea con argumentos racionales. Gracias a nuestras críticas contra la austeridad y al trabajo conjunto que hemos realizado nosotros, los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, con los comisarios y las comisarias europeas que pertenecen a nuestra familia política, los elementos de flexibilidad y solidaridad se han introducido en el reglamento fiscal de la Unión Europea. Estas innovaciones –no hay que olvidarlo– han permitido que Italia gaste 30.000 millones de euros más.
“Hay que trabajar más para superar la austeridad y su legado. La gobernanza y las instituciones de la Eurozona necesitan un reforma sustantiva para impulsar la convergencia ascendente entre los Estados miembros, mediante inversiones e instrumentos de solidaridad. Sin embargo, dichas reformas requieren confianza que el actual enfrentamiento entre el Gobierno italiano y sus socios europeos está debilitando.
“Crear déficit adicional para implementar políticas que prácticamente no servirán para mejorar las perspectivas económicas y sociales del país, como es el caso en el actual plan presupuestario italiano, solo profundizará la división en la Eurozona. Lo que es más, con su reciente propuesta de vender activos estatales de grandes empresas que dan beneficios, el Gobierno de Salvini-Di Maio está en realidad empobreciendo al Estado y, por lo tanto, a los ciudadanos y las ciudadanas italianos en su conjunto.
“La falta de confianza entre los Estados miembros y el egoísmo nacional es lo que alimenta la austeridad en la Unión Europea. El Gobierno de Salvini-Di Maio está creando las condiciones perfectas para que surja una nueva oleada de austeridad contra Italia”.
